URBANISMO Y VIVIENDA

El primer problema que tiene la Comunidad de Madrid con la vivienda es el de la “ocupación”. Es vergonzosa la dejación que hacen las administraciones del tema de la vivienda que afecta, especialmente, a las familias y personas de escasos recursos.

Que la solución sea a costa del derecho de propiedad, ya sea de particulares, de la administración o de grandes corporaciones o fondos de inversión, resulta indiferente. El daño que se hace sobre los precios y la libertad de mercado es incalculable. Por no hablar de las mafias que se generan y la utilización que hacen los partidos políticos para generar clientelismo.

El resultado no es otro que el del encarecimiento de las ventas y los alquileres.

Es indispensable que los propietarios que sufren estos ataques cuenten con las medidas legales necesarias para el restablecimiento de sus derechos de forma rápida y efectiva.

De sobra son conocidas las dificultades tanto económicas como burocráticas a las que, a día de hoy, se enfrenta cualquier ciudadano a la hora de comprar, construir e incluso de rehabilitar su propia vivienda.

Hay que favorecer el acceso de los jóvenes a la vivienda y desde la Administración se deben poner en marcha políticas de alquiler asequible. Se debe empezar a construir en los PAU´s del sureste, así como en el ensanche de Barajas y otras zonas similares de Madrid. Además, estas áreas deben estar dotadas de infraestructura suficiente.

En VEM abogamos por la puesta en marcha de políticas de crecimiento, incluyendo la liberalización de suelo, la utilización de suelo público para la construcción de vivienda, la agilización y/o simplificación de los trámites urbanísticos, la reducción de los impuestos que gravan la adquisición o tenencia de bienes inmuebles y, por supuesto, el incremento de la construcción de vivienda social.

En definitiva, apostamos por medidas que faciliten el acceso de los ciudadanos al que probablemente sea el más costoso de los bienes de primera necesidad y el tradicional sistema de ahorro de las familias españolas. Por no hablar de la importancia que tiene el sector de la vivienda en la economía.

E, de manera paralela a la construcción, se implanten medidas avanzadas de urbanismo, que contemplen una movilidad más efectiva y una forma de vivir más cercana y, por supuesto, la defensa del patrimonio Natural y Cultural de la Comunidad de Madrid.

No se puede hablar de urbanismo sin hablar de movilidad y viceversa. Nuestros barrios deben ser habitables y fomentar el comercio de cercanía. Los vehículos no deben ser un impedimento para la convivencia y se deben buscar fórmulas de urbanización que los integren en una mejor convivencia ciudadana.